domingo, 4 de agosto de 2013

TU SONSA RISA.

"Cuando tengo ganas de tener esa sensación tan rastrera que es sentir vergüenza ajena miro a los políticos sonreír"

La políticos no son graciosos y jamás lo serán. Y cuando lo son, lo son porque fuerzan el artificio, situación que los troca en patéticos. (Sale "La Patética" maestro- una minuta con variante del "A caballo" Cinco huevos fritos encima y a no romper los huevos y comérselos calladito, eh ¡qué patada al hígado ni que ocho cuartos! atroden) El modelo conservador de la política vigila y controla celosamente a sus acólitos. Verdad (¿qué es verdad?) que algunos han intentado rajar ese corset de fierro. Vanas fintas. ("Música vana. Vana porque sí" Lamborghini) Nada más muerto que ese intento, muerto desde el vamos (como el pibe que nunca tuvo el filipino embarazado) Pero lo más interesante de esto es el gesto imbécil que queda flotando como un pedo espeso. Ese gesto es el que hoy traducen las sonrisas de campaña (Hay carpas de campaña, botas de campaña, palas de campaña ¡ojo con la palabra "pala"! Carlitos y sus Tomadores no están tocando mucho y la agenda de conciertos llena de espacio en blanco) La cosa es que la sonrisa de campaña hoy está de oferta; basta salir a la calle y comprobar que hoy Rosario sonríe. ¡Qué orgullo me da saber que vivo en una ciudad donde que te regalen una sonrisa no es complicado!. ¡Y que te la regale Caballero, por ejemplo (sacrifiquemos a alguien así cumplimos a fondo el ritual y da la sensación de que la cosa va en serio: il morto over de table), que da la sensación de que le han levantado el labio con un ginche estibador... Y esto ya es ofensivo y malintencionado y rastrero y lumpen (pero ¿qué persona con profundo odio no ofende?): esos dientes que se vuelven reticentes pero algo se muestran en una persona de la edad del Sr. caballero no pueden estar tan blancos. Deduzco pues que en ese afiche de campaña (como en todos absolutamente los que pueblan de sonrisas my dysney politic campaña town) hay un grado de mentira horrible.
Tu sonrisa es horrible y en nada se parece a la mía.

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